·
EL
LIDERAZGO
El liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales
o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las
personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que
este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos.
También se entiende como la capacidad
de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y
evaluar un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial
o institucional (dentro del proceso administrativo de la organización).
El liderazgo entraña una distribución
desigual del poder. Los miembros del grupo no carecen de poder; dan forma a las
actividades del grupo de distintas maneras. Aunque, por regla general, el líder
tendrá la última palabra.
·
PODER:
Concepto mucho más
amplio que el de autoridad, es la capacidad de individuos o grupos de inducir o
influir en las opiniones o acciones de otras personas o grupos.
·
AUTORIDAD:
En una organización es el derecho
propio de un puesto a ejercer discrecionalidad en la toma de decisiones que
afectan a otras personas.
· PLANIFICAR:
Elaborar un plan detallado para lograr un
objetivo. El plan es, por tanto, el proyecto ideado para lograr el objetivo.
Implica una solución y registra un proceso que permita alcanzarlo, dos razones
que justifican porqué las organizaciones aprecian tanto esta manera de pensar y
actuar.
EL PROCESO QUE SE PONE EN MARCHA AL BUSCAR UNA SOLUCIÓN A UN PROBLEMA MEDIANTE PLANIFICACIÓN CONSTA DE CINCO ETAPAS:
Realización de predicciones
El primer paso es
realizar un análisis de la situación en la que nos encontramos y, a partir de
ella, estimar lo que puede ocurrir en el periodo en el que queremos intervenir.
Para hacer cumplir esta etapa podemos basarnos en:
La investigación, que
aporta información útil para comprender la situación.
La intuición, citada
por algunos profesionales como la herramienta de trabajo en la que más confían.
Establecimiento de objetivos
Decidir qué queremos
conseguir es, si no la principal, una de las acciones más importantes que
podemos llevar a cabo cuando estamos planificando. Se trata de pensar en qué se
quiere conseguir y proponerse lograrlo. Los objetivos deben tener en cuenta la
información obtenida en la primera etapa. Una vez establecidos, condicionan el
resto del proceso, de hecho puede decirse que la planificación se concentra en
cómo alcanzar los objetivos.
Una cosa más, en su
definición debe participar todos los que van a estar implicados en alcanzarlos.
Elección de alternativas operativas
Normalmente hay
varias maneras de conseguir un objetivo, son las alternativas operativas, entre
las que es preciso elegir aquella opción que entendemos que es la mejor en
función del tiempo y de los recursos disponibles. Será la estrategia del plan.
Puesta en marcha
La ejecución de la
estrategia se lleva a cabo programando en el tiempo todas las acciones
necesarias. Supone llevar a la realidad lo que nos hemos propuesto.
Evaluación de resultados
Evaluación de resultados
Una vez ejecutado el
plan es conveniente conocer con la mayor exactitud posible en qué medida se ha
conseguido alcanzar los objetivos. Es el momento de estimar el nivel de
eficacia del plan. Éste último paso permite aprender para la próxima
planificación.
Los responsables de
marketing de las empresas y, dentro de la agencia, los ejecutivos de cuentas o
servicio al cliente, suelen demostrar especial habilidad para planificar, como
resultado en muchos casos de estar constantemente realizando esta tarea y
también de aprovechar y aplicar algunos rasgos de su propia personalidad.
En estos tiempo de crisis e incertidumbre en las empresas, la mano de un
buen líder que valore el apoyo de su equipo y que delegue en el mismo creando
un ambiente de confianza y participación, hace que la viabilidad de la
empresa sea mucho más probable que en un estilo gerencia en el que solo el
gerente y / o dueño de la empresa, sean los que toman la responsabilidad sin
contar con el resto de su equipo.
Empresa y trabajadores, deben estar unidos para hacer
que las cosas funcionen y poder pasar con no demasiados apuros la situación que
vivimos. Y para ello la ayuda y colaboración del equipo de trabajo es esencial.
Muchos gerentes y dueños de empresas pequeñas y
medianas, en momentos de crisis, se ocultan en su “cueva” e impiden que su
equipo directivo y técnico, tome las responsabilidades que le pertenecen,
tomando él mismo decisiones que en condiciones normales delegaría y que no
siempre son las correctas.
Saber delegar sin duda es primordial y más en tiempos
de crisis, ya que permite que el gerente se centre en los temas realmente
importantes que afectan a la empresa, utilizando adecuadamente el potencial de
sus recursos humanos.
Pero delegar, no es pasar el problema a otro y
olvidarse de ello. Tan malo es no delegar, como delegar mal.
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